La tendinitis rotuliana —también conocida como “rodilla del saltador”— es una lesión frecuente en deportes con saltos, cambios de ritmo y carrera.
Aparece cuando el tendón rotuliano se irrita por exceso de carga o por una combinación de factores técnicos, musculares y de recuperación.
En Move2Be abordamos esta patología con un enfoque integral que combina fisioterapia, readaptación y educación para volver a entrenar con seguridad.
Contenido
¿Qué es la tendinitis rotuliana?
El tendón rotuliano conecta la rótula con la tibia y transmite la fuerza del cuádriceps para extender la rodilla. Cuando se somete a microcargas repetidas sin tiempo de recuperación suficiente, su tejido se sobrecarga y aparece dolor en el polo inferior de la rótula, especialmente con saltos, bajadas de escaleras o al ponerse en cuclillas.
Un manejo adecuado de la carga y un plan de fortalecimiento progresivo son la base del tratamiento.
Causas y factores de riesgo
- Sobrecarga y picos de entrenamiento: aumento brusco de volumen o intensidad, o demasiadas competiciones seguidas.
- Técnica de salto/carrera: aterrizajes “duros”, poca flexión de cadera o caída con rodillas hacia dentro.
- Déficits de fuerza: cuádriceps y glúteos débiles o desequilibrios entre cadena anterior y posterior.
- Movilidad y tobillo: dorsiflexión limitada que obliga a la rodilla a “cargar” más.
- Superficies y material: suelos muy rígidos, calzado gastado o inadecuado.
- Recuperación insuficiente: poco descanso, nutrición/hidratación pobres, sueño de mala calidad.
- Factores individuales: antecedentes de lesiones, morfología, estrés, trabajos con muchas horas de pie.
Síntomas: cómo se manifiesta
- Dolor anterior de rodilla muy localizado en el polo inferior rotuliano.
- Molestia al saltar, esprintar, bajar escaleras o tras periodos prolongados sentado/a.
- Rigidez matinal o al iniciar la actividad, que mejora al “calentar” y a veces empeora después.
- Sensibilidad a la palpación del tendón y dolor con cuádriceps en contracción.
Si el dolor persiste más de 1–2 semanas o limita tu deporte, conviene una valoración profesional.
Diagnóstico y cuándo consultar
La evaluación incluye historial de carga (volumen, intensidad, descansos), test de dolor a la palpación y pruebas funcionales (sentadilla, salto, escalón). En algunos casos se valora el uso de imagen ecoguiada para descartar otras lesiones y monitorizar la evolución, dentro de un enfoque individualizado.
Ante dolor intenso, bloqueo articular, derrame recurrente o sensación de inestabilidad, consulta pronto para ajustar carga y descartar patologías asociadas.
Tratamiento de fisioterapia: fases y objetivos
El manejo óptimo combina educación, modulación de carga, fuerza progresiva y readaptación al gesto. El calendario es individual y depende de tu deporte, tu evolución y tu respuesta al dolor.
Fase 1 — Control del dolor y de la carga
- Educación y planificación: ajustar el volumen/impacto sin “parar del todo” si no es necesario; priorizar actividades con dolor tolerable.
- Isométricos de cuádriceps (90º): reducen dolor y mantienen activación.
- Terapia manual y trabajo de tejidos blandos cuando procede, para mejorar tolerancia al movimiento y patrones de carga.
Fase 2 — Fuerza específica y control
- Ejercicios excéntricos y heavy-slow resistance (sentadilla, prensa): progresión de cargas bien dosificada.
- Trabajo de cadera y glúteos (abducción, extensión) para estabilizar la rodilla.
- Pie y tobillo: movilidad de dorsiflexión y fuerza de gemelos/soleo.
Fase 3 — Readaptación al gesto deportivo
- Pliometría progresiva: saltos bilaterales → unilaterales → multidireccionales.
- Ritmos de carrera y cambios de dirección con control de impacto.
- Plan de retorno a entrenos/competición con criterios objetivos (dolor, fuerza simétrica, tolerancia de carga).
Esta fase se beneficia de protocolos de readaptación de lesiones específicos para cada deporte.
Fase 4 — Prevención y mantenimiento
- Fuerza de mantenimiento (1–2 sesiones/semana) y control de cargas.
- Técnica de aterrizaje: mayor flexión de cadera/rodilla, alineación de rodilla con pie.
- Trabajo global de control y core (pilates, estabilidad) para movernos con eficiencia.
El trabajo de control postural y core puede apoyarse en Pilates máquina como complemento estructurado y seguro.
Tratamientos que pueden ayudarte
Según tu caso, la valoración profesional puede combinar varios tratamientos (cada uno se integrará una sola vez dentro del plan):
- Fisioterapia y readaptación deportiva: valoración, planificación de cargas y progresiones de fuerza/pliometría.
- Fisioterapia manual: abordaje de dolor y movilidad cuando esté indicado.
- Fisioterapia invasiva ecoguiada: técnicas mínimamente invasivas guiadas por ecografía cuando se valoren necesarias.
- Readaptación de lesiones: retorno seguro y medible a tu deporte.
- Pilates máquina: control del movimiento y prevención.
Ejercicios orientativos (no sustituyen tu plan)
Estos ejemplos son orientativos y deben adaptarse a tu caso tras valoración:
- Isométrico de cuádriceps a 90º (silla de pared): 5×45–60 s, descanso 2 min.
- Sentadilla excéntrica en plano inclinado (board 25º): bajar en 3–4 s, subir controlado; 3–4×8–12.
- Elevaciones de gemelos (bilateral → unilateral): 3–4×12–15; tempo controlado.
- Puente a una pierna / Hip thrust: 3–4×8–12; foco en glúteo y control de pelvis.
- Movilidad de tobillo (dorsiflexión rodilla a pared): 2–3×60–90 s por lado.
Si el dolor supera un 4/10 sostenido durante o después del ejercicio, reduce carga/volumen y consulta.
Errores que retrasan la recuperación
- Reposo absoluto prolongado: debilita el tendón y alarga los plazos.
- Saltarse progresiones: pasar a pliometría sin fuerza base.
- Solo “apagar” el dolor sin mejorar capacidad de carga del tendón.
- No trabajar cadera y tobillo: la rodilla “paga” el desequilibrio.
- Ignorar el control de carga: picos de entrenamiento y falta de descanso.
Beneficios de tratarla a tiempo
Intervenir pronto con un plan estructurado permite reducir el dolor, mejorar la tolerancia a la carga del tendón y acortar el retorno a tu deporte.
Además, aprenderás a gestionar la carga, optimizar tu técnica y prevenir recaídas con un mantenimiento razonable. El objetivo no es solo “que no duela”, sino que la rodilla rinda mejor y resista más en el tiempo.
Confía en Move2Be para recuperar tu rodilla
Si notas dolor en el polo inferior de la rótula al saltar, correr o bajar escaleras, es momento de tomar acción. En nuestro centro de fisioterapia y rehabilitación situado en San Sebastián de los Reyes te acompañamos con un plan de fisioterapia y readaptación ajustado a tu deporte y a tus objetivos, integrando valoración, fuerza, técnica y prevención.
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