Una de las preguntas más frecuentes que nos hacen en consulta es:
“¿Qué me pongo cuando me duele algo: frío o calor?”
Aunque puede parecer una duda menor, elegir el método adecuado puede marcar la diferencia en tu recuperación. En este artículo te explicamos, desde la experiencia clínica en MOVE2Be (San Sebastián de los Reyes), cuándo aplicar frío, cuándo usar calor y en qué casos son útiles los baños de contraste.
¿Por qué es importante elegir bien entre frío o calor?
Tanto el frío como el calor son herramientas terapéuticas útiles para aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar el estado funcional de una zona lesionada. Pero tienen efectos muy diferentes en el cuerpo, por eso es fundamental saber en qué fase de la lesión o en qué tipo de molestia estamos actuando.
¿Cuándo aplicar frío?
El frío, también conocido como crioterapia, es la opción recomendada en los procesos inflamatorios agudos, especialmente durante las primeras 24-48 horas tras un traumatismo o sobrecarga.
Indicaciones típicas:
- Esguinces o torceduras recientes
- Golpes o contusiones
- Dolor agudo tras un esfuerzo
- Inflamación visible o enrojecimiento
Beneficios del frío:
- Reduce el flujo sanguíneo local
- Contiene la inflamación
- Disminuye la hinchazón
- Alivia el dolor inmediato
¿Cómo aplicarlo correctamente?
- Usa bolsas de gel frío o hielo envuelto en un paño
- Aplica de 15 a 20 minutos, cada 2 o 3 horas si es necesario
- Nunca apliques el hielo directamente sobre la piel
¿Cuándo aplicar calor?
El calor está indicado cuando el dolor es de origen muscular o tensional, especialmente si ya no hay inflamación activa.
Indicaciones comunes:
- Contracturas o rigidez muscular
- Dolor lumbar crónico
- Molestias cervicales por malas posturas
- Sensación de tensión o falta de movilidad
Beneficios del calor:
- Favorece la relajación muscular
- Aumenta la circulación
- Mejora la elasticidad de los tejidos
- Reduce la sensación de rigidez
¿Cómo aplicarlo?
- Utiliza manta eléctrica, bolsa de semillas o compresas calientes
- Aplica durante 15-20 minutos, 1 o 2 veces al día
- Asegúrate de que la zona no esté inflamada ni caliente al tacto
⚠️ No uses calor si hay signos de inflamación activa: hinchazón, enrojecimiento o dolor intenso reciente.
¿Qué son los baños de contraste y cuándo se recomiendan?
Los baños de contraste combinan calor y frío de forma alterna, y son especialmente útiles en la fase subaguda de una lesión (cuando ya ha pasado la inflamación más fuerte, pero aún hay molestias).
Indicaciones:
- Recuperación de esguinces tras las primeras 48-72 h
- Inflamación persistente leve
- Fatiga muscular o dolor residual
¿Cómo se hacen?
- Prepara dos recipientes: uno con agua caliente (37–40 °C) y otro con agua fría (10–15 °C)
- Sumerge la zona afectada:
- 3 minutos en caliente
- 1 minuto en frío
- Repite el ciclo 3–5 veces, terminando siempre con frío
- Ideal para tobillos, muñecas, manos o pies
Este tipo de tratamiento alterna vasodilatación (con el calor) y vasoconstricción (con el frío), lo que mejora la circulación y ayuda a reducir la inflamación residual.
Resumen rápido: ¿frío, calor o contraste?
Tipo de dolor o lesión | ¿Qué aplicar? |
---|---|
Golpe reciente o torcedura aguda | Frío |
Contractura muscular | Calor |
Inflamación leve prolongada | Contraste |
Dolor crónico sin inflamación | Calor |
Fase subaguda (48–72 h tras lesión) | Contraste |
¿Y si no estás seguro?
Lo más recomendable es que un fisioterapeuta valore tu caso. En MOVE2Be analizamos tu situación clínica, el momento de la lesión y tus objetivos para darte las pautas más adecuadas y personalizadas.
En MOVE2Be te ayudamos a moverte sin dolor
Si tienes dolor muscular, una lesión reciente o molestias que no sabes cómo tratar, en tu centro e fisioterapia y rehabilitación MOVE2Be te acompañamos desde el primer momento.
Combinamos el tratamiento fisioterapéutico con herramientas efectivas como el ejercicio terapéutico, la educación en el dolor y, por supuesto, te indicamos cuándo y cómo aplicar frío, calor o contraste.